20 de Febrero de 2019
Fuente: www.clarin.com
Es el nuevo centro de procesamiento de pedidos que el gigante del comercio electrónico abrió en septiembre pasado en Nueva York.
Cientos de robots naranja desplazan a diario grandes armarios amarillos repletos de artículos de todo tipo. Como si fuera una coreografía, las máquinas se mueven por un circuito delimitado por computadora y reajustado constantemente. Los empleados humanos, en tanto, los monitorean por medio de un chaleco con correas electrónicas, bolsillos con sensores y walkie talkies en la cintura. Así funciona el depósito inteligente que Amazon montó en septiembre pasado en Staten Island, Nueva York.
Sobre una superficie de 80.000 m², con el sonido de kilómetros de cintas rodantes, el gigante de Seattle -una referencia en el terreno en pleno auge de los robots capaces de colaborar con humanos- desplegó su robótica más avanzada.
Como aparece en el video, el chaleco tecnológico o "tech vest" que utilizan los trabajadores en los almacenes de Amazon desde finales de 2018, permite ingresar de manera segura al área de los vehículos robot, por ejemplo, y recoger un objeto caído al suelo o solucionar un potencial problema técnico. Basta con presionar un botón y las máquinas detienen su marcha o disminuyen la velocidad, reajustando su ruta para evitar el lugar donde se va a actuar.
Amazon cuenta con más de 25 centros automatizados que le permitieron reducir a "menos de una hora [las tareas] que tomaban más de un día" y ahorrar espacio de almacenamiento, explica Tye Brady, jefe de tecnología de Amazon Robotics, filial de robots de Amazon. Y así fortalecer la posición dominante de la empresa en el comercio en internet, convertida en el proveedor casi diario de millones de consumidores en todo el mundo.